Hola a todos.
Desde aquí vuelvo a dar las gracias a FORJA Y DESVÁN TV por haberme dado la oportunidad de pintar estas miniaturas de HEROQUEST 25 Aniversario, que son una pasada.
Hoy iba a mostrar el SARCÓFAGO. Se trata de una tumba medieval compuesta de dos piezas: la tumba y la tapa.
Decisiones difíciles: ¿Cómo pintarla y qué colores usar?
Aquí se ve la parte inferior de la tapa, la parte que no se ve. Se aprecia claramente que imita dos piezas de piedra: una exterior a modo de marco y la tapa propiamente dicha.
Además, en la parte superior se ven los enganches de esta tapa al marco.
A los elementos de escenografía suelo darles un aspecto lo más realista e histórico que pueda. Por esta razón, y para evitar la monotonía cromática, me decanté por una tumba policromada.
A raíz del movimiento romántico del S XIX, es creencia general que la época medieval es oscura y tétrica. Nada más alejado de la realidad. Solo hay que visitar el magnífico museo de Cluny (París), y ver sus extraordinarios tapices para darse cuenta de ello.
Además, los últimos estudios apuntan a que las tumbas de los grandes señores eran policromadas... En fin, que me embarqué en una decisión que no es la aceptada comúnmente, y decidí colorear la tumba. Para ello me basé en fotos de sepulcros de caballeros medievales.
Desde aquí vuelvo a dar las gracias a FORJA Y DESVÁN TV por haberme dado la oportunidad de pintar estas miniaturas de HEROQUEST 25 Aniversario, que son una pasada.
Hoy iba a mostrar el SARCÓFAGO. Se trata de una tumba medieval compuesta de dos piezas: la tumba y la tapa.
Decisiones difíciles: ¿Cómo pintarla y qué colores usar?
A la hora de pintar un elemento de piedra se corre el riesgo de caer en la monotonía cromática. Sin embargo, y dado que la tapa es tal y como se ve en la foto, o sea, que imita una tapa compuesta de dos piezas, se me ocurrió la solución, no exenta de polémica, de pintar cada pieza de un material distinto.
Aquí se ve la parte inferior de la tapa, la parte que no se ve. Se aprecia claramente que imita dos piezas de piedra: una exterior a modo de marco y la tapa propiamente dicha.
Además, en la parte superior se ven los enganches de esta tapa al marco.
A los elementos de escenografía suelo darles un aspecto lo más realista e histórico que pueda. Por esta razón, y para evitar la monotonía cromática, me decanté por una tumba policromada.
A raíz del movimiento romántico del S XIX, es creencia general que la época medieval es oscura y tétrica. Nada más alejado de la realidad. Solo hay que visitar el magnífico museo de Cluny (París), y ver sus extraordinarios tapices para darse cuenta de ello.
Sección de "La Dama del Unicornio"
En esta se ve el uso de varios materiales en el mismo sepulcro
Y en esta otra, se ve el uso del color en la heráldica.
El vídeo de FORJA Y DESVÁN lo podéis ver aquí
Y el segundo vídeo que realizaron en este otro enlace
Proceso de pintado
Una vez decidido esto, solo me faltaba ponerme manos a la obra y pintarla.
Tras la imprimación de rigor, en negro, pinté lo más fácil, la parte inferior, usando colores de piedra arenisca. Una vez acabado, se le aplicó un lavado en un marrón oscuro para lograr más profundidad en las grietas.
Una vez pintada la parte inferior, me embarqué en la parte más compleja. A pesar de que lo más fácil y aceptado hubiera sido pintarla de un solo tipo de piedra, y sin colores, decidí hacer lo difícil. Así que pinté el mosaico superior según se mi propio criterio, y al caballero, en piedra de granito claro.
Empecé pintando el fondo de gris oscuro. Luego, el mosaico en sí mismo.
Para el amarillo seguí el proceso de pintarlo primero de ocre para luego darle una segunda capa de amarillo.
Una vez pintado el mosaico solo hube de darle los efectos de piedra, con varias capas de pincel seco en distintos tonos, porque no es lo mismo dárselo al amarillo que al azul o al rojo... Debía quedar como piedra rota.
Una vez conseguido esto, había de darle profundidad a la piedra. Para esto, nada mejor que aplicar negro MUY DILUIDO con un pincel MUY FINO por todas y cada una de las grietas (y son muchas).
Tras ello, le tocó el turno al caballero: Gris oscuro, y luego varias capas de grises hasta acabar en un pincel seco en blanco. Una vez acabado, se le aplicaron unos pigmentos para darle aspecto de piedra sucia.
PIGMENTOS
Aunque dedicaré un artículo a su uso y aplicación aquí os explico ligeramente cómo hacerlo.
Para aplicar los pigmentos hay que tener sumo cuidado. No hay que pasarse. Con la ayuda de un pincel suave, se aplica una capa muy fina; tras ello se le da una capa de fijador. Esta es la parte más difícil, porque es muy fácil que nos arroye, así pues cuando aplicamos el fijador no hemos de poner mucho de cada vez. Además, no se aplica como si fuera pintura. Se coge un poco de fijador con el pincel y se MOJA LIGERAMENTE la zona a tratar. Veremos que el fijador se expande rápidamente por la zona. Si hubiéramos puesto demasiado, arroyaría el pigmento y el resultado es como de aluvión. Si no se hace bien el resultado es NEFASTO. Es mejor entrenarse con piezas a las que no les tengamos cariño. Se espera a que seque y se observa el resultado. Si no es satisfactorio, se repite la operación.
Si vemos que el resultado es demasiado oscuro, por ejemplo, se puede corregir con el pincel hasta conseguir el efecto deseado.
Espero que os haya gustado
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