miércoles, 25 de junio de 2014

La paleta húmeda. ¡Qué gran invento!

Hola a todos

Retomo el tema de los tutoriales con un artilugio, invento, chisme o como lo queráis llamar, de lo más útil que he conocido. Se trata de La paleta húmeda.

Pero ¿Qué es una paleta húmeda? Pues no tiene nada que ver con "eso" que está pensando alguno con la mente calentorra... Se trata de una paleta, recipiente o tabla pequeña sobre la que el pintor tiene ordenados los colores y sus mezclas. Normalmente se usa para tal fin una superficie limpia, ya sea un azulejo, una tapa... etc. Estas son las paletas normales, las que podríamos llamar "paletas secas". Los pintores usan una como la de la foto de abajo:

El problema que tiene una paleta normal es que, a veces, hacemos más mezcla de la que vamos a usar en esa sesión, y vemos que se nos secará irremediablemente y al día siguiente, cuando queremos volver a trabajar, no somos capaces de conseguir ese mismo tono. Esto tiene una solución: la paleta húmeda. Básicamente se trata de un recipiente donde pondremos la pintura y está diseñado de tal forma que mantiene la pintura fresca, húmeda, y lista para trabajar durante varios días.

Construcción

Se necesitan los siguientes elementos
1.- Recipiente impermeable y no muy alto. Hay quien lo tiene hecho con la tapa de un tupper de plástico. Yo lo hice con una caja de puritos que me dieron en un estanco. Los dos son válidos. Pero si lográis que vuestro recipiente tenga tapa, mejor. Ya veréis por qué.


2.- Se necesita algo que absorba el agua. En mi caso usé una esponja de las que aparecen en los blíster, pero se puede usar papel absorbente de cocina. Lo importante es que se adecúe lo más posible a vuestro recipiente.





3.- Agua limpia. Se vierte el agua limpia sobre esta superficie absorbente, pero no lo hagáis a lo bruto. No se trata de llenar el recipiente, sino de empapar la esponja (o papel absorbente) de tal forma que no admita más agua. El agua que rebosa, estorba y se ha de retirar.




4.- Papel para horno. La marca importa un pito. Lo bueno que tiene este papel es que puedes poner sobre él la pintura y no manchará el agua. 


A la hora de colocarlo se han de tener varios cuidados: Se colocará de tal forma que quede totalmente húmeda. La humedad logrará, entre otros muchos beneficios, que no se mueva, gracias a su adherencia. Además, es esta humedad la que hace que la pintura no se estropee. Otro cuidado que hemos de tener es que cubra TOTALMENTE la superficie absorbente empleada. En mi caso ha de cubrir la esponja humedecida, pero si habéis empleado papel absorbente, el papel de horno lo cubrirá por completo. De esta forma, se logra que el agua de abajo no traspase excesivamente hacia la superior.

Aquí, en esta foto, se ve que hace falta alisar un poco más el papel de horno. Aún así, ya está Solo falta usarla.

Uso de la paleta húmeda

Pues el habitual. Se ponen las pinturas sobre ella, se puede poner un poco de agua, y se mezclan de la forma normal, tal y como lo haríamos con cualquier otra. 

En la foto se ve cómo queda después de una sesión intensiva. Pero se aprecia que hay verde sin usar, y el manchurrón grande es una mezcla de varios tonos de verde.
Ventaja
Cuando acabé la sesión, cerré la caja, la metí en la nevera y al día siguiente, la pintura estaba como nueva, pudiendo acabar de pintar lo del día anterior. De la forma habitual, habría perdido un poco de pintura y la mezcla tendría que partir de cero. Desperdiciar algo de pintura, si pintamos poco, no importa, pero muchos pocos hacen una barbaridad. Además, se pinta más rápido.

Además, cuando se termina de usar, se tira y se pone otro trozo de papel de horno.

Tras la sesión de pintura


Espero que os haya servido de utilidad.

Saludos a todos

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