Gallia
est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt
Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celtae, nostra
Galli appellantur. Hi omnes lingua, institutis, legibus inter se
differunt. Gallos ab Aquitanis Garumna flumen, a Belgis
Matrona et Sequana dividit. Horum omnium fortissimi sunt
Belgae, propterea quod a cultu atque humanitate provinciae
longissime absunt, minimeque ad eos mercatores saepe
commeant atque ea quae ad effeminandos animos pertinent
important, proximique sunt Germanis, qui trans Rhenum incolunt,
quibuscum continenter bellum gerunt....
Así
es como comienza LA GUERRA DE LAS GALIAS, por Julio César, y
traducido lo anterior queda
La
Galia está dividida en tres partes: una que habitan los belgas, otra
los aquitanos, la tercera los que en su lengua se llaman celtas y en
la nuestra galos. Todos estos se diferencian entre sí en lenguaje,
costumbres y leyes. A los galos separa de los aquitanos el río
Carona, de los belgas el Marne y Sena. Los más valientes de todos
son los belgas, porque viven muy remotos del fausto y delicadeza de
nuestra provincia; y rarísima vez llegan allá los mercaderes con
cosas a propósito para enflaquecer los bríos; y por estar vecinos a
los germanos, que moran a la otra parte del Rin, con quienes traen
continua guerra...
La Guerra de las Galias fue un conflicto militar librado entre el procónsul romano Julio César y las tribus galas entre el año 58 a. C. y 51 a. C. En el curso de las mismas la República romana sometió a la Galia, extenso país que llegaba desde el Mediterráneo hasta el Canal de la Mancha. Los romanos también realizaron incursiones a Britania y Germania, pero estas expediciones no llegaron a transformarse en invasiones a gran escala. La Guerra de las Galias culminó con la Batalla de Alesia en 52 a. C., donde los romanos pusieron fin a la resistencia organizada de los galos. Esta decisiva victoria romana supuso la expansión de la República romana sobre todo el territorio galo. Las tropas empleadas durante esta campaña conformaron el ejército con el que el general marchó sobre la capital de la República.
Tropas
galas con cotas de malla
Entre
las tropas que ayudaron a César se encontraban los Exploradores
germanos, expertos jinetes muy eficaces a la hora de hostigar al
enemigo y hacerlo desesperar hasta matarlo.
Los
germanos fueron muy apreciados así como temidos por su bravura en
combate, eran gentes dedicadas a la guerra, hasta finales de la edad
antigua despreciaban luchar con algún tipo de protección y
algunos iban más bien desnudos lo que les hacía especialmente
vulnerables a las armas a distancia. Sin embargo también eran buenos
jinetes y como jinetes fueron usados en el ejercito Romano. El jinete
germano no portaba armadura ni casco aunque si escudo y su arma era
la framea que no era más que una pica con una punta
de hierro o incluso, dada la escasez de hierro en la zona, una lanza
de madera endurecida al fuego
La
forma de ataque de esta caballería era la de realizar un
movimiento circular y lanzando jabalinas antes de utilizar sus lanzas
a corta distancia y girar a la derecha.
Los caballos que probablemente se usaran en esta época serían Belgas y Frisones, pues fueron de esta zona de donde salieron estos mercenarios para luchar con Roma contra los galos.
Caballo Belga. Actualmente se usa como caballo de tiro, y su raza es llama así: Belga de tiro, pero no siempre fue así. Raza conocida en tiempos de los romanos.
Raza frisona. Natural de Frisia, Holanda, que en aquella época formaba parte de Germania Magna
FUENTES:
Texpos_
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